
Todas soñamos con encontrar a nuestro príncipe azul, que venga en su caballo blanco y nos lleve a su palacio de cristal, fuera de este mundo. Que sea dulce, sincero, amoroso, que nos tome de la mano y esté con nosotras por siempre, y claro está tiene que ser churrisimo!
Pero en algún momento de la historia, damos un giro inesperado y terminamos enamoradas del chico malo, aquel que es orgulloso, egocéntrico soberbio y claro está "churrísimo", aquel que no llama sino cuando esta aburrido, aquel no es dulce y que no sostiene tu mano delante de sus amigos, puesto que lo hace ver "sensible", y aunque muchas veces llega nuestro príncipe azul, no somos capaces de notarlo porque estamos cegadas por "el chico malo"...
Porqué será? ....
Pero en algún momento de la historia, damos un giro inesperado y terminamos enamoradas del chico malo, aquel que es orgulloso, egocéntrico soberbio y claro está "churrísimo", aquel que no llama sino cuando esta aburrido, aquel no es dulce y que no sostiene tu mano delante de sus amigos, puesto que lo hace ver "sensible", y aunque muchas veces llega nuestro príncipe azul, no somos capaces de notarlo porque estamos cegadas por "el chico malo"...
Porqué será? ....
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